¡Spunta, una de las variedades más cultivadas!

Origen y características :

La patata Spunta se originó en los Países Bajos, entró en el catálogo francés en 1967. Es una patata de consumo semi-temprano que se cultiva ampliamente en varios países por su muy buen rendimiento.

Los tubérculos son de gran tamaño, forma alargada oblonga regular, con ojos muy superficiales. La piel y la carne son amarillas, bajas en materia seca.

¿Cómo cultivarlo?

La Spunta aprecia suelos profundos, sueltos y bien drenados. La siembra se lleva a cabo cuando se elimina cualquier riesgo de heladas, es decir, cuando el suelo se calienta (10 ° C). 

Es recomendable cavar un surco de 10-15 cm de profundidad, colocar en él los tubérculos pregerminados, germinar hacia arriba, antes de cubrirlos con una tierra fina.

Cuando sus pies hayan alcanzado una altura de 20 cm, es recomendable realizar un montículo y repetir la operación dos semanas después. Esta operación permitirá obtener un mejor rendimiento, evitar el enverdecimiento de los tubérculos y promover el drenaje al pie de las plantas.

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Recolección y conservación :

La cosecha de las papas Spunta  se realiza entre 10 y 14 semanas después de la siembra.  Los tubérculos para plantar al año siguiente se cosechan un mes antes. Luego déjelos secar en el borde de la parcela antes de llevarlos a una habitación fresca y seca para evitar la podredumbre y ventilados lejos de la luz para evitar la germinación.

Cocina :

En la cocina, la patata Spunta es versátil. Se come en puré, papas fritas, así como sopa o patata salteada. Pertenece al grupo culinario B. Tiene una buena resistencia a la cocción y cualidades de buen sabor.